Miguel López, presidente durante los últimos dos años y medio del Residencial Universidad dejó el lunes su cargo al frente de la junta directiva, de la que de momento y hasta la celebración de nuevos comicios, se ocuparán directamente el vicepresidente Nicolás Marroyo y el secretario Lorenzo Clemente. La posición de López responde a una cuestión "moral" tras su designación como número 11 de la lista del PSOE para las próximas elecciones municipales. "Mi continuidad en la presidencia es inapropiada e inasumible políticamente", aseguró.

El ya exlíder vecinal constituyó y puso en marcha este colectivo tras un primer contacto con otros vecinos que compartían la idea de fundar un colectivo de estas características. ¿El balance? Positivo porque López es un hombre al que le gustan los movimientos sociales --no en vano trabaja en los servicios jurídicos de UGT-- pero con regusto amargo porque, "con más pena que gloria, hemos trabajado y luchado mucho para lo que hemos conseguido".

A juicio de Miguel López, el Residencial Universidad "ha sido una mala visión de lo que debe ser la planificación de la ciudad: una isla separada de Cáceres, sin servicios, sin buzón de correos, sin teléfono, sin tiendas, sin nada, aislados".

EL AUTOBUS La visión pesimista de López se acrecienta con la consabida queja vecinal del autobús. Y es que el servicio público no recorre todo el residencial y tiene la parada en la zona baja; ello obliga a los vecinos a realizar un recorrido cuesta abajo, o hacia arriba, llueve, truene o haga un sol de justicia. ¿Pero el ayuntamiento no ha hecho nada bueno? López sigue pesimista al responder: "Todo lo que ha hecho el ayuntamiento es darnos una subvención --algo normal porque presentamos la documentación--, subir la parada de autobús unos 50 metros, y poner una marquesina en condiciones".

Y añade: "El ayuntamiento dice que está atado de pies y manos porque el polígono está sin recepcionar, pendiente de un pleito que continúa en el Supremo, pero puesto que concedió licencia para que ocupáramos nuestras casas, está obligado a desarrollar servicios, y no hay nada de nada".

Los accesos al residencial también continúan siendo otra asignatura pendiente. Los vecinos quieren una entrada a través de la rotonda de la Guardia Civil, y denostan la actual. Para Magenta hay pocos halagos y sí "vicios ocultos" en las viviendas.

¿Usted ha utilizado su puesto vecinal como trampolín para entrar en política? López responde taxativo: "Fui primer teniente de alcalde en Almendralejo, alcalde en funciones, diputado en Badajoz. Mis aspiraciones políticas ya las tenía colmadas. Lo de entrar en la lista ha sido algo circunstancial".