El III Congreso Nacional de Aridos reunirá en Cáceres a 1.000 expertos y 45 expositores comerciales de todo el mundo los días 3, 4, 5 y 6 de octubre del próximo año. El más importante acontecimiento del sector extractivo nacional se celebrará en el palacio de congresos, al que ahora se dan los últimos toques. Es el primer gran evento que elige este espacio para su desarrollo. Está previsto que SAR el Príncipe de Asturias acepte --como en los dos congresos anteriores-- la presidencia de honor y asista a la inauguración. El mundo del árido mueve unos 4.000 millones de euros de volumen de negocio con más de 1.900 explotaciones activas en todo el país y genera 13.700 empleos directos para un total de 86.000 trabajadores. En Extremadura hay 100 explotaciones de áridos en activo que generan 1.000 puestos de trabajo y que generan 35 millones de euros.

La presentación del III Congreso Nacional de Aridos, ayer, logró llenar el salón de plenos del ayuntamiento cacereño de profesionales de publicaciones especializadas, así como de empresarios del sector de las canteras y las graveras, lo que corrobora el poder de convocatoria de la Federación de Aridos (FdA) y de la Asociación Nacional de Empresarios Fabricantes de Aridos (Anefa), impulsoras de este encuentro nacional.

Al acto asistieron, entre otras autoridades, el presidente del comité organizador y de Anefa, Javier Andrada; César Luaces, director general de FdA y Anefa; el consejero de Industria, José Luis Navarro; la alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras; y el diputado de Economía, Alfonso Búrdalo.

Andrada, explicó la historia de los dos congresos anteriores, celebrados en Zaragoza (2006) y en Valencia (2009), ambos con una gran respuesta de público --800 congresistas en ambos casos-- y un alto nivel en las ponencias y comunicaciones presentadas. La envergadura del congreso de Cáceres obliga a que comience a organizarse con tanta antelación, al objeto de presentarlo en todas las comunidades autónomas.

El consejero de Industria, José Luis Navarro reconoció ayer el "esfuerzo importante" que se ha hecho para mejorar el impacto medioambiental de las explotaciones de áridos y recordó lo complejo de una actividad que cuando cesa obliga a reestructurar el espacio en el que se desarrolló con mínimas repercusiones en la naturaleza.