Los archivos judiciales, en los sótanos del Palacio de Justicia, guardan cientos de miles de expedientes. Podría hablarse de millones, teniendo en cuenta que la media anual de asuntos que ve cada uno de los juzgados cacereños ronda los tres mil.

Todos los asuntos, tanto civiles como penales, cuando están terminados los remiten los juzgados al archivo, donde se guardan por fechas --número, mes y año--, "resultando así más fácil su localización".

En los archivos judiciales se guardan los expedientes durante años, aunque cada cierto tiempo Justicia ordena expurgos, es decir la destrucción de aquellos documentos con más de 50 años de antiguedad y que no tienen interés histórico. Los que pueden tenerlo, como expedientes de la guerra civil o grandes crímenes, pasan al archivo histórico.