Iba a comprar acelgas y me encontré con Queca. Que hay que ver cómo está Queca. Otro día que no comemos acelgas. Es la única de mis amistades que no me ha enviado un mensaje en Nochevieja. ¿Puede uno vivir sin recibir un mensaje de esta preciosidad? Puesto que yo le había enviado uno, se lo reproché y me contestó: "Te lo envié, amor". Me extrañaba que me hubiera dejado sin su agudeza y su cariño. Estará entre los cien que me faltan por leer.

Debería existir una tecla que permitiera agrupar los mensajes por temas y evitar los repetidos. Por ejemplo, los de los de los fascistas que se felicitan por el atentado y piden la dimisión de Zapatero. Los plastas, del tipo: "Coloca tu mano izquierda en tu hombro derecho y la derecha en el izquierdo. Ya tienes mi abrazo". Los ingeniosos y sugerentes:"Que seas como el cepillo de dientes. Con mucha pasta, un mango largo y que te cepillen tres veces al día". Los sádicos (de Sadam): "No puedo salir esta noche. Estoy colgao". Los ´obsexos´: "Esta noche no salgo porque no tengo un duro. Cuando tenga pelas te llamo y nos vamos de putas".

Vela envió uno a Saponi: "Si quieres pasar un año feliz habla conmigo en mayo". Saponi contestó: "No lo permitirán la Virgen de la Montaña y el Corte Inglés". Se me acabó la batería.