Han sido tres décadas de abandono y falta de concienciación, pero las instalaciones industriales de Aldea Moret tendrán una salvaguarda. La Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura ha iniciado en febrero de este mismo año el expediente de declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Lugar de Interés Etnológico. Esta figura le otorgará protección y será un puente para la llegada de recursos y la recuperación de espacios. También constituye un requisito previo al desarrollo del plan especial del poblado minero, adquirido por la Junta para evitar su derribo. Pero llevará su tiempo.

"Aunque quisiéramos correr, no podríamos. Estas declaraciones llevan sus requisitos...", explicaban ayer desde la Junta de Extremadura, que tiene 16 meses para resolver el proceso (hasta junio del 2011), incluso puede dilatarlo más si lo considera necesario porque la ley no contempla un plazo cerrado ni obligatorio. Actualmente se está en el periodo de contestación de alegaciones, según la consejería. "No podemos dar una fecha final aproximada, pero los trámites avanzan", subrayaron ayer desde Cultura.

El expediente avala la importancia de estos restos, que son espejo de la minería cacereña desde la segunda mitad del sigo XIX, con sus pozos, viviendas de altos cargos y trabajadores, almacenes, fábricas, talleres, laboratorios y espacios sociales. Según la resolución, "el conjunto constituye un singular y relevante ejemplo de alto valor patrimonial, tanto por su valor testimonial como por su singularidad arquitectónica, digno de alcanzar la declaración".