La mina a cielo abierto que Plymouth Minerals y Sacyr proyectan en Valdeflores ocuparía una superficie de 26,5 hectáreas y en sus extremos más alejados llegaría a los 450 metros de ancho y 710 de largo. Tendría una extensión parecida a la de 33 campos de fútbol. La corta tendría un fondo de 240 metros en la parte más distante de los bordes, su punto más bajo se situaría en la cota 310, mientras que el contorno estaría entre la cota 445 y la 550. Estaría a unos dos kilómetros del núcleo urbano de Cáceres y ocuparía parte de la sierra de la Mosca. Cuando acabe la vida útil del proyecto de obtención de carbonato de litio, el hueco no se rellenaría, sino que quedaría como un lago artificial.

Estos datos aparecen en el plan de restauración que Tecnología Extremeña del Litio presentó en enero en la Junta de Extremadura y es parte de la documentación aportada para el pase a concesión de explotación del permiso de investigación de dos cuadrículas mineras (en las inmediaciones de la antigua mina de Valdeflores). A esta primera solicitud de concesión seguirá la de las otras 45 cuadrículas mineras sobre las que también se pidió autorización de investigación y que está pendiente de la decisión que tome la dirección general de Minas. Tecnología Extremeña del Litio está participada por Sacyr y Plymouth Minerals.

La competente para su tramitación es la Junta, que tendrá la última palabra y que expondrá el documento a información pública como parte del proceso de la declaración de impacto ambiental, que será la que determine su viabilidad. En contra de la actuación está su cercanía a Cáceres y su efecto en un entorno natural aledaño a la ciudad que se transforma. A su favor está que tres de las sustancias investigadas (litio, estaño y wolfranio) están en el listado de materias primas calificadas como prioritarias por el Ministerio de Economía.

La empresa también ha informado del proyecto en el Ministerio de Energía, que ayer aclaró que no está tramitando esta actuación. «La empresa se pasó por el ministerio a explicar el proyecto, a pesar de que no es competente, las competencias en minería están transferidas a las comunidades autónomas», indicaron.

En la memoria del plan de restauración se explica que las sustancias investigadas son estaño, wolframio, cesio, rubidio y especialmente litio y que el interés económico es por el litio, no descartándose el aprovechamiento futuro de otros elementos. Se prevé que la vida útil del proyecto de obtención de carbonato litio en Valdeflores sea de 24 años.

DISEMINADO EN ROCA / En el plan se justifica que el método de explotación es el de una mina a cielo abierto porque el yacimiento es de «naturaleza masivo y diseminado en roca, no se puede aplicar la minería selectiva para separar el material estéril del mineral», otro motivo que se recoge es que la minería subterránea tendría un mayor coste y reduciría la competitividad del proyecto.

El desarrollo de la corta a cielo abierto se divide en cuatro fases. Su explotación se realizará entre el año 2 y el 16 de la actuación. A partir de ese momento estaría agotada la extracción del mineral y entre los años 17 y 24, con la minería ya finalizada, la planta de tratamiento que se instalaría en las inmediaciones de la mina a cielo abierto «se alimenta del material almacenado».

Además de la mina, que se sitúa en el extremo de la zona de actuación más cercana al núcleo urbano de Cáceres, el proyecto también prevé la creación de una planta donde se hará el procesado del mineral, pistas y el acondicionamiento de espacios para almacenar residuos y materiales.

Para el plan de restauración se destina una inversión de 16 millones. De las tres opciones planteadas para recuperar el hueco que dejará la mina se elige la de dejar que se inunde una vez que cesen los bombeos del agua del acuífero del Calerizo, que se mantendrán mientras se explote la mina, para que genere un lago artificial. El relleno del hueco con materiales almacenados en las escombreras «no resulta viable dada la morfología de la corta --de la mina-- y el método de explotación seleccionado». En el plan se apunta que en el momento de su redacción se desconocía «cuál será el ritmo de llenado» con agua del hueco que deje la mina, ni tampoco se conocía «la cota final del espejo de agua» del lago, añadiéndose que en función de los resultados de estudios de detalle pendientes «se planteará algún tipo de restauración de las orillas del lago artificial».