TEtl golpe de mano dado por Carmen Heras al cesar a Pavón y romper el pacto que sustentaba al gobierno obliga a todos los partidos representados en el ayuntamiento a cambiar sus estrategias. Es indudable que se trata de una actuación muy valiente por parte de la alcaldesa pues ella mejor que nadie sabe cuales pueden ser las consecuencias que acarrea quedarse en minoría muy minoritaria en estos momentos. Supongo que también pretende lanzar un mensaje de confianza en su grupo, pues debe estar convencida de que el PSOE es capaz de gobernar la ciudad solamente con sus concejales y de que ella sabrá pactar, ceder y ser firme.

No es la primera vez, ni será la última, en la que el ayuntamiento cacereño se gobierna en minoría y algunas de las experiencias no han sido malas sino todo lo contrario. Como es obvio, la responsabilidad de que la ciudad no se sienta perjudicada por esta situación corresponde en primer lugar al equipo de gobierno, a quien se le exige demostrar capacidad y eficacia, pero también le atañe a la oposición que necesitará mucha sensatez y mucha generosidad para saber distinguir lo que debe entrar en la lucha partidista y lo que debe consensuarse para bien de los ciudadanos, lo que está teñido de ideología y lo que es simplemente técnico. En definitiva, un gobierno que gobierne y una oposición que le ayude a hacerlo bien, con su apoyo cuando lo exija el bien de la ciudad y con sus críticas cuando las merezca.