Monseñor Francisco Cerro se postula como posible arzobispo de Toledo. Según afirma el medio eclesiástico Religión Confidencial, el procedimiento se encuentra prácticamente cerrado en Roma y el actual obispo de Coria-Cáceres previsiblemente sustituirá a monseñor Braulio Rodríguez al frente de la archidiócesis toledana con el apoyo de los cardenales Ricardo Blázquez y Carlos Osoro. En ese sentido, el portal religioso afirma que la decisión es inminente «a la espera de que aterrice en España el nuevo Nuncio, monseñor Bernardito Cleopas Auza, y si no ocurre algo a última hora».

Si finalmente resulta elegido, el cacereño se impondrá en la terna al obispo de Málaga, monseñor Jesús Catalá, y a monseñor Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo. Monseñor José Rodríguez Carballo, arzobispo secretario de la Congregación de Religiosos, también entró entre los posibles nombres pero fue retirado a última hora.

Entre las razones que justifican la elección de Cerro se encuentran, según recoge la web, «los propios méritos del obispo, que se formó en Toledo, el respaldo de los cardenales y los informes negativos sobre el resto de candidatos». Otro de los argumentos en los que basa el medio digital su elección se encuentra en el conflicto sobre Guadalupe para que pase a una diócesis extremeña y para el que, según expone el medio, el cacereño afirma haber encontrado una posible solución.

Ayer, el círculo cercano a Cerro desconocía este extremo y no avaló la información que publica Religión Confidencial. «Aquí no sabemos nada, ni el obispo ni nadie», aseguró a este rotativo Jesús Moreno, vicario en la diócesis Coria-Cáceres, que insistió en que será «Roma la que tenga la última palabra».

Monseñor Francisco Cerro Chaves es natural de Malpartida de Cáceres. Comenzó sus estudios en el seminario de la diócesis cacereña aunque posteriormente se trasladó al de Toledo y allí se ordenó sacerdote. Fue capellán del Santuario Nacional de la Gran Promesa y responsable de la Casa de Ejercicios en Valladolid, «donde arrancó su relación con monseñor Ricardo Blázquez, que apoyó su nombramiento como obispo». Lleva 12 años al frente de la diócesis de Coria-Cáceres y es uno de los prelados que más tiempo lleva en el mismo cargo.

Cabe recordar que el arzobispo Braulio Rodríguez pidió su renuncia como arzobispo de Toledo este año de forma obligada después de cumplir 75 años. Una vez que se tramita la destitución, es el Vaticano el que debe decidir el nombramiento entre la terna en la que se encuentra el cacereño.