La estampa comercial de la plaza de América no volverá a ser la misma cuando Morato cierre definitivamente sus puertas. Y lo hará en unos días. La familia ya no puede atender el negocio, que está liquidando sus productos. La tradicional ferretería dirá adiós a 42 años de intensa actividad. Telesforo Morato Moreno (Cáceres, 1930) ha sido el fundador de este negocio, abierto en 1963. El conocido empresario, su mujer, María Luisa, sus dos hijos, y los trabajadores de la tienda, rememoran con nostalgia la historia de un negocio que se forjó a los pies de la Cruz de los Caídos y que, con los años, se ha convertido en un referente del devenir comercial de Cáceres.

Conocido y muy querido en la ciudad, Telesforo Morato nació en el número 1 de la calle Caleros, donde residió hasta que a los 10 años su familia se trasladó a una casa de General Margallo. En el entorno de la plaza Mayor vivió sus juegos infantiles y su juventud. Su padre, auxiliar mayor de Obras Públicas, y su madre, ama de casa, criaron a los tres varones de la familia, todos ellos dedicados al comercio.

Telesforo estudió en el Paideuterion y luego se fue a Salamanca a cursar Magisterio, una carrera que no terminó a falta de una asignatura, Psicología. Como él mismo reconocía en una entrevista concedida a este periódico en 1995, "casi por accidente" tuvo que ponerse a trabajar, a finales de los años 40, en la tienda del cacereño Marcelino Sánchez.

En Finanzauto

Tiempo después, los hermanos montaron un negocio propio en la avenida Virgen de la Montaña, donde actualmente se encuentra la cafetería Marbella. Era una tienda de electrodomésticos. De aquella época, Telesforo aún conserva un billete de peseta, único capital que les quedó tras la inversión que realizaron en esta nueva empresa.

En 1963, Telesforo Morato dejó ese establecimiento y se embarcó definitivamente en la tienda de la Cruz de los Caídos, que primero fue sede de Finanzauto, una firma nacional dedicada a la comercialización de autobuses y camiones, de la que el empresario cacereño era gerente. Cuando Finanzauto cerró, Morato continuó con el local, pero lo dedicó a la venta de productos de ferretería.

Desde que Morato vendía las bombillas "a tres o cuatro pesetas" ha pasado mucho tiempo, pero el negocio supo afrontar la competencia de las grandes superficies y mantener su hueco en la industria local.

A lo largo de estos años, Morato ha compaginado su actividad comercial con el desempeño de otros cargos como el de presidente de la Asociación de Padres del Diocesano, la primera que se creó en la comunidad autónoma, consejero de la Caja de Ahorros de Extremadura o de este mismo diario.

El futuro del local, en alquiler, se desconoce, aunque los cacereños tardarán en olvidarse de que sus muros fueron testigo de la historia cacereña de los últimos 40 años.