Carolina Gámez lleva ocho años en la ciudad. Su peluquería unisex Karoline, que abrió hace un año, es uno de los cinco negocios de El Túnel. "Estuve tres años en la calle Salamanca", desvela. Carolina se decantó por su actual ubicación al estar en una calle de mucho paso. "Por aquí pasa toda la gente que va a la calle Salamanca, a Moctezuma... se captan bastantes clientes nuevos. Además, los alquileres están desorbitados. Aquí pago 300 euros, pero mi vecino del bar, que tuvo que cerrar en diciembre, pagaba 1.600", apunta.

Para comenzar a funcionar, tuvo que realizar una inversión considerable. "Reformé todo: las paredes, el techo, el suelo, la electricidad y la fontanería", si bien hace un balance positivo de estos primeros doce meses, aunque considera el precio de las rentas el principal problema del pequeño comercio. "Mucha gente se va a comprar a Badajoz y a Mérida porque encuentran precios más baratos. La misma ropa que aquí cuesta un dinero vale la mitad, o menos de la mitad, fuera".