La avenida de la Universidad se ha quedado sin gran parte de su arbolado. Este eje de acceso al campus ha perdido todos los ejemplares a uno y otro lado, en el amplio trayecto entre la subestación eléctrica y la primera entrada a las facultades (Enfermería y Veterinaria). De las 126 sophoras plantadas hace una docena de años, se han secado un total de 124, salvo dos que aún mantienen alguna rama verde. La Demarcación de Carreteras, responsable de la vía, ha terminado esta semana de cortar todos los ejemplares muertos.

La sophora japónica es una especie muy aclimatada a estas latitudes, bien adaptada a las zonas urbanas, que en el resto de la ciudad no sufre ningún problema. Por ello, el biólogo y profesor de Didáctica de la Ciencia de la Universidad de Extremadura, José María Corrales, considera que debe investigarse lo ocurrido con tal cantidad de ejemplares y así lo ha denunciado ante la Comandancia de la Guardia Civil, justamente situada en el tramo más afectado de esta avenida. "He solicitado que se estudie la razón. Si fuese una plaga, habría que tomar medidas para salvar el resto de ejemplares, numerosos en la ciudad", indica.

Sin embargo, el biólogo intuye que no existe ninguna plaga, sobre todo porque las sophoras de otros puntos del campus se encuentran en buen estado. Concretamente las que se han secado están en la carretera N-521, y por tanto todas reciben el mismo mantenimiento por parte del personal del Ministerio de Fomento. "Quizás se deba a una mala proporción en el uso de herbicidas, porque también se han muerto otros pinos y plantas en el talud de bajada a la primera rotonda de entrada al campus, y junto a la subestación", estima José María Corrales, que con su denuncia solo espera que se conozcan las razones para que no vuelva a ocurrir.

REFLEXIONES Y es que tampoco existe una justificación climática, porque 2013 ha sido lluvioso. "Mi opinión personal es que han confluido situaciones excepcionales. Primero, los árboles venían de un año anterior muy duro para la vegetación ornamental en alcorques. Segundo, ha podido haber un tratamiento inadecuado de herbicida. Tercero, se cometió un error al plantar solo sophoras, que además no son autóctonas", subraya.

En definitiva, a lo largo de unos 2.000 metros, sumando ambos márgenes de la calzada, solo han quedado dos sophoras y los almeces de la rotonda de la Universidad Laboral. Por tanto, quienes se desplacen caminando hasta el campus ya no podrán hacerlo a la sombra de los árboles. "Esperemos que sean restituidos lo antes posible aprovechando las primeras lluvias del otoño, y que se planten especies distintas y alternas para evitar lo ocurrido", señala el experto.