La plaza de Albatros, justo en lugar donde la víspera de Reyes falleció Alejandro Clemente, continúa siendo escenario de muestras de condolencia. Hay velas encendidas, estampas con la Virgen de la Montaña, ramos de flores y también cartas de amigos y familiares. Entre ellas aparece ésta: "No sé cómo empezar, primo. Supongo que lo más normal sería comenzar diciéndote todo lo que te queríamos. Tenías que haber visto el cementerio, estaba hasta arriba de gente, pero era normal porque no sé si había alguien en todo Cáceres que no te apreciara.

Para tus amigos eras el Presi , para tu familia y en especial para tu madre y hermanos, eras Alejandrito, y para mí eras y siempre serás mi primo y mi mejor amigo con diferencia. Se me hace rarísimo que ya no pueda llamarte, la cabeza me dice que un cabrón te mató y que no volverás, pero el corazón piensa todo lo contrario. Sé que algún día, no sé cuando, volveremos a vernos y a estar juntitos.

La de cosas que habremos pasado uno al lado del otro. Me sacabas sólo 5 meses, pero me lo enseñaste todo. Ahora imagino que todo será diferente porque no puedes hacerte una idea de lo que significabas para mí y lo que me llenabas. Te acordarás que era raro el día que no discutíamos, pero sé que era algo normal porque en el fondo éramos iguales.

Sabes que todos te vamos a echar muchísimo de menos. Nadie tocaba el culo a las niñas como tú. Qué gracia me hacía tu forma de bailar, pero eso ya lo sabes porque nos reíamos juntos. La verdad es que eras único.

Pues me voy a ir despidiendo, macho. Sólo decirte que todo el mundo tiene un mejor amigo y que para todos ese eras tú. Pues nada, marqués, que siempre estarás en mi corazón, te lo juro. Te quería, te quiero y siempre te querré, primo. Descansa en paz".