El personal sanitario que atendió a la mujer que se precipitó por una ventana del hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, en enero de este año, aseguró según los protocolos y no se explica cómo la mujer pudo levantarse de la cama y tirarse al vacío. Así lo ha declarado ante el juez del Juzgado de Instrucción Número 1, que hoy ha comenzado a tomar declaración a los trabajadores que atendieron a la paciente fallecida: Una médico, dos enfermeros y un técnico en cuidados auxiliares en calidad de imputados por un delito de homicidio imprudente. También ofrecieron su versión de los hechos dos familiares de la mujer fallecida pero ellos lo hicieron como testigos.

La mujer tenía 77 años e ingresó en el hospital con una meningitis que le provocaba alucinaciones, por lo que precisaba atención las 24 horas del día. Los familiares denuncian precisamente que los facultativos no estuvieron pendientes de ella y les acusan de un homicidio imprudente.

Según han indicado los facultativos el día en que la mujer se arrojó por la ventana la habían sujetado a la cama con un cinturón de seguridad que solo puede desatarse con una llave y le ataron las manos también a la cama con unas vendas, ya que en ese momento no había en la planta muñequeras de sujeción. Además le administraron calmantes que inhiben la actividad motora.

Por todo ello, no se explican cómo la fallecida pudo quitarse todos los elementos de sujeción, levantarse, abrir la ventana y precipitarse por ella.