Muchos se pueden llevar sorpresas cuando vean la exposición", afirma Pedro Pizarro, comisario de Picasso: La multiplicidad del vértice , la exposición que cuelga desde ayer en las paredes de la Casa de los Caballos del Museo de Cáceres. La sorpresa viene porque las 47 piezas gráficas, siete libros ilustrados y bibliografía expuestos rompen en parte con la idea que el imaginario común tiene del artista malagueño, asociado sobre todo al cubismo. "Aquí puede verse una obra más clásica de lo que se espera de Picasso y más cercana", explica Pizarro.

La exposición, que estará abierta al público hasta el 1 de abril, tiene una cualidad especial y es que todas las obras proceden del coleccionismo extremeño, principalmente privado aunque hay una pequeña muestra de propiedad pública: tres estampas de la Diputación de Cáceres que están en depósito en el propio museo. La muestra cuenta con la colaboración del MEIAC de Badajoz, donde ya estuvo expuesta.

Algunos de los coleccionistas que han cedido sus obras para esta exposición estaban ayer en su inauguración. Entre ellos, el almendralejense Fernando Palacios y su mujer (colección Palacios-Moreno) que han aportado una decena de obras. "Es como un hijo --confesaba él en referencia al sentimiento que despierta ver una obra de su propiedad en un museo--, y es una sensación extraña, difícil de explicar. Llevamos viendo estas obras en la pared de casa años y apenas ya les prestas atención, pero ahora las echamos mucho de menos".

Tanto el director general de Patrimonio, Francisco Pérez Urban, como el director del Museo de Cáceres, Juan Valadés, agradecieron la "generosidad" de los coleccionistas que hace posible disfrutar de estas obras. "Es una de las exposiciones más importantes de los últimos años", aseguró Valadés.

El comisario de la muestra invitó a los cacereños a visitar "con detenimiento" esta exposición que reúne, dijo, una gran variedad de técnicas del artista y en la que están reflejados sus temas más recurrentes, como el sexo, la muerte o la tauromaquia. "Creo que van a disfrutar mucho, pero no es una exposición que se vea de un vistazo, hay que dedicarle una hora o una hora y media porque son obras complejas", concluyó Pizarro.