Aunque el proceso ha sido largo y complejo, con retrasos ocasionados por las dificultades burocráticas, la reforma de la Sala Municipal de Exposición Permanente, situada en la antigua Casa Mirón (plaza de Publio Hurtado), está agotando sus últimos trámites para poder reabrirse a partir del otoño con todos sus contenidos reorganizados y dos importantes reclamos: el archivo de Marchena y la posibilidad de exponer grabados de Picasso (proyecto todavía en trámites). "Trabajamos con la previsión de abrirlo en septiembre u octubre, es nuestro deseo", afirma el concejal de Cultura, Santiago Pavón. El último escollo acaba de superarse. La adquisición del equipamiento necesario, por una cantidad que ronda los 106.000 euros, se ha adjudicado a la empresa Huso 29 según la propuesta de la Mesa de Contratación, que ahora deberá supervisarse según el procedimiento rutinario para ser completamente válida.

A la tercera va la vencida, y así ha ocurrido. El primer concurso para dotar al recinto de los soportes, el mobiliario y la tecnología precisa quedó desierto; el segundo tampoco se pudo llevar a efecto porque las empresas concurrentes no reunían las condiciones exigidas por la normativa; y el tercero ha salido adelante. "Ha sido un proceso muy largo, las obras, el equipamiento..., pero en el que hemos puesto especial empeño. A este recinto le vamos a sacar mucho más partido con una reorganización del contenido museológico y las nuevas aportaciones, sin desmerecer lo que se ha hecho hasta ahora", señala el concejal.

La Casa Mirón es un antiguo caserón cuyo probable origen se sitúa en el siglo XVIII, aunque tiene vestigios constructivos de épocas anteriores. Vivienda solariega de la familia Cano Saavedra, después sede femenina de la Escuela de Magisterio e incluso taller de carpintería, en el año 1998 el ayuntamiento lo adecuó como Sala Municipal de Exposición Permanente para albergar una serie de contenidos artísticos y etnográficos. Pero los problemas constructivos y de salubridad que ha arrastrado este inmueble, especialmente la humedad (se ubica en un fuerte desnivel que absorbe las aguas del casco histórico, incluso tiene un pozo en el patio que rezuma hacia los muros), llegaron a impedir durante los últimos tiempos la exhibición de contenidos de valor, debido al posible perjuicio que se les podría causar.

LAS OBRAS La remodelación del inmueble comenzó el pasado mes de agosto con un presupuesto global de 200.000 euros con cargo a la iniciativa Ciudades Culturales Transfronterizas, del programa europeo Interreg III. La intervención concluyó a finales de diciembre y permitió subsanar las filtraciones de la planta baja para crear una zona de muestras en condiciones. La tercera y última planta, con fuertes humedades procedentes de la cubierta y solo utilizable hasta ahora como almacén, también se ha recuperado para exposiciones. El resto del edificio se ha mejorado y también dispone de nuevos sistemas de seguridad y dispositivos que regulan la humedad y la temperatura. Además, el inmueble se ha hecho accesible, especialmente con la instalación de un ascensor que permite comunicar todo el edificio.

AMPLIA DOTACION En cuanto al equipamiento, que deberá estar entregado en tres meses a partir de la formalización del contrato, incluye todo tipo de contenidos de infografía, imagen, multimedia, luminotecnia y mobiliario, por ejemplo paneles con impresión digital sobre vinilo laminado para reproducir los planos y los textos explicativos de los fondos; reproducciones fotográficas; material de proyección e informática; puntos de información multimedia; carriles de iluminación con focos orientables suspendidos del techo o las paredes; e incluso la creación de un logotipo identificativo de la imagen del museo municipal, tres mil catálogos y otros tantos tarjetones de presentación.

Respecto al mobiliario, el contrato contempla el suministro de vitrinas de distintos tamaños, peanas y la reparación de los expositores ya existentes con el mismo acabado que los nuevos. También se incluye el montaje y la instalación de todos los recursos por parte del adjudicatario.

Las complicaciones han impedido reabrir este espacio en marzo, fecha contemplada inicialmente por ser además la temporada alta del turismo cacereño (el Centro de Interpretación de la Semana Santa, un proyecto tramitado y ejecutado de forma paralela, ya está en marcha). Pero si todo transcurre según lo previsto y sin especiales contratiempos, el recinto podría reinaugurarse durante el segundo periodo anual de máxima afluencia a la ciudad, es decir, en otoño.