Ninguna institución fue capaz ayer de aclarar si los dos coches que llevan un año en el fondo del río Almonte, en su desembocadura con el Tamuja, serán finalmente retirados o se quedarán sine die en uno de los parajes naturales más bellos de Extremadura. La primera en hablar fue la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), quien vía comunicado indicó que de acuerdo con la actual legislación, este organismo «no tiene ninguna competencia en materia de retirada y gestión de residuos».

Añadió que a las confederaciones hidrográficas les corresponde «la administración y control del dominio público hidráulico». Reiteró que «el agua de los embalses y el terreno cubierto por ésta, en su mayor nivel alcanzado por las crecidas ordinarias, forman parte de los bienes integrantes del dominio público hidráulico, sin menoscabo de su ubicación dentro del territorio del municipio correspondiente».

COMPETENCIA / Eso sí, apuntó que en su virtud, el organismo de cuenca «puede ejercer sus competencias sancionadoras en la medida que los residuos acumulados en sus alrededores puedan constituir un riesgo de deterioro de dicho dominio». No obstante, la CHT, a través del Servicio de Vigilancia del Dominio Público Hidráulico, visitará la zona, «para una vez determinadas las particularidades del caso, poder actuar en consecuencia».

Los dos coches que están bajo las aguas del río Almonte, a 15 kilómetros de Cáceres, aparecieron en abril de 2018. En principio la Guardia Civil manejó la lógica de un accidente por salida de vía, los buzos rastrearon el lugar y no encontraron cuerpos. La investigación avanzó concluyendo, sin embargo, que los automóviles, un Volkswagen Golf y un Audi A-4, habían sido robados en la provincia de Badajoz.

En la investigación sobre este suceso, la Benemérita confirmó ayer que los dos vehículos fueron utilizados para cometer un deito y que luego los arrojaron al río. La Comandancia confirmó que no se consiguió averiguar nada más y estimó que eran los propietarios de los coches, a través de sus seguros, los que debían retirarlos de allí. Las mismas fuentes no supieron precisar si la investigación avanzó más en ese sentido y emplazó a interesarse por este asunto, aunque ayer no pudo ofrecer ningún otro dato. Añadió que la CHT «es la que tiene que presionar a los propietarios de los coches».

Este diario también contactó con la Junta de Extremadura para conocer si Medio Ambiente adoptará alguna medida, pero no se recibió contestación. Lo mismo ocurrió con el Ayuntamiento de Cáceres (al fin y al cabo las aguas del Almonte nos tocan de cerca); tampoco hubo respuesta.

Fueron alcaldes del área de Los Cuatro Lugares quienes el pasado miércoles exigieron a través de estas mismas páginas la limpieza del cauce del Almonte, donde como consecuencia de la pertinaz sequía que azota a la provincia el nivel ha bajado a mínimos históricos. La zona, frecuentada por numerosos pescadores, es un lugar privilegiado por sus vistas y por las especies de peces que hay en sus aguas. Están alarmados por los efectos contaminantes.