TEtn Cáceres no sucede nada que tú no sepas y además lo cuentes. En mi infancia, durante la cena, me dabas información de los nacimientos, las primeras comuniones, las bodas, los veraneos, las oposiciones aprobadas y las muertes de los cacereños en los Ecos de sociedad . Ahora me hablas de lo que sucede por aquí y sacas del anonimato a los cacereños con sus aventuras, venturas y desventuras. Leía al más frecuente colaborador, León Leal , que me exhortaba al ahorro mientras yo pensaba cómo se podía ahorrar con los 50 céntimos que cobraba semanalmente.

En estos momentos me deleito con un amplio elenco de colaboradores que me llevan desde la meditación a la polémica. Me divertía la reseña de los plenos de la Diputación que no era otra cosa que la relación literal del orden del día, aprobados por unanimidad naturalmente, y siempre acababa en una rima: " Y el señor Grande Baudesón levantó la sesión". Con la reseña de los plenos municipales de ahora he aprendido urbanismo y política. Me has llevado con el Cacereño desde Cabezarrubia al Príncipe Felipe y me has paseado por todas las canchas de la ACB. Tus corresponsales y delegaciones me han hecho conocer mejor la región. Me convocaste para recibir a Franco y a la Virgen de la Montaña, a defender la democracia y las libertades.

Contigo he asistido a homenajes, he presenciado inauguraciones, he gozado con la apertura de una fábrica de cerámica de nombre impronunciable, he padecido las mil y una remodelaciones de la plaza Mayor y de Cánovas, he visto nacer y crecer barriadas. Me he dolido con el trasvase y con el cierre de empresas y hemos renunciado a esperar el AVE y El Corte Inglés.

Eres mi cartelera de espectáculos, la agenda que debo consultar para asistir a actos culturales o políticos. He sufrido vuestras penurias, el dolor de los eres, pero es una gran satisfacción saber que junto al café y las tostadas del desayuno estás tú. Porque lo que no está en tus páginas no existe. Y es que, entrañable Periódico Extremadura, no hay nadie más CATOVI que tú.