El Nazareno ha ganado su batalla a la carcoma. La imagen más venerada por los cacereños, obra del malogrado escultor Tomás de la Huerta y adquirida por su cofradía en 1609, ha vuelto a la capilla de la iglesia de Santiago después de varios meses sometida a un proceso de restauración, encargado a la empresa madrileña Tekne. Gracias a este trabajo, no se ha dotado a la imagen de una nueva policromía sino que ésta ha recuperado su encarnadura original. "No es por tanto una nueva hechura de la expresión ni el colorido del Nazareno de Cáceres; es, sencillamente, que Nuestro Padre Jesús Nazareno fue realizado tal como ahora lo vemos", apuntan desde la cofradía.

La restauración se ha centrado en una limpieza completa de la imagen. En el pie izquierdo, el que se venera en el besapié (al que cada año van 12.000 personas), se ha reconstruido la zona delantera porque había perdido un dedo. El derecho también se ha mejorado.

Además, las exageradas sujeciones que tenía en el tórax se han sustituido por un cinturón de cuyo centro parte un único ramal de apoyo que llega hasta el suelo de la base.

La talla es la imagen titular de la cofradía del Nazareno, considerada la más antigua de la ciudad puesto que sus primeras reglas datan de 1446.