La coacción y el chantaje a los empresarios de la construcción es una práctica extendida y denunciada en toda España, y el modo de actuar de las bandas es similar en todos los casos. Ayer mismo, un constructor vasco con el que contactó EL PERIODICO EXTREMADURA explicó que la noche anterior habían robado parte del material en una de sus edificaciones en el centro de Bilbao. "Ahora estoy esperando a que me digan lo de siempre: si no quieres más robos, tienes que pagar ", afirmaba. En ese caso la cuantía llega a superar lo 1.000 euros.

En Extremadura ya se han producido otras denuncias por extorsión a los constructores con anterioridad al caso de Cáceres. El pasado mes de diciembre, por ejemplo, un grupo de empresarios de Mérida denunció haber recibido presiones por parte de un grupo de personas para que accedieran a pagar hasta 3.000 euros a cambio de proteger sus construcciones y bajo la advertencia de que si no lo hacían podrían sufrir algún contratiempo.

En el último año, los casos de chantaje a los empresarios de la construcción han proliferado también en Cataluña, Andalucía y algunas zonas de Castilla-La Mancha, aunque Madrid es el principal centro de operaciones para estas bandas. Según fuentes de la delegación de gobierno madrileño, este tipo de extorsiones afectaron en el 2006 al menos al 80% de las obras de esta región.