La venta fraudulenta de vehículos de ocasión en la vía pública supone una tropelía y un escándalo para las empresas que cumplen legalmente con su actividad. Es una competencia ilícita que perjudica también a los ayuntamientos porque no cobran impuestos y además, se trata de una venta engañosa ya que muchos vehículos carecen de la garantía necesaria.

Nuestra asociación, con más de 9.000 empresas afiliadas, ha conseguido que en Alicante se sancione con 90 euros de multa esta práctica, aunque los ayuntamientos no prestan atención suficiente a este fraude.

*Presidente de Ganvam.