El cierre del perímetro de los soportales de la plaza Mayor por las obras de remodelación incrementa las pintadas en fachadas de los establecimientos durante los fines de semana. Establecimientos consultados por este diario aseguraron ayer que el aumento de los grafitis está teniendo una mayor incidencia en la zona baja del recinto histórico, tapado con vallas y lonas negras que facilitan el vandalismo en horas de la madrugada.

Manuel Macías, camarero del mesón Torre Bujaco, establecimiento situado en los soportales, explicó que las pintadas han ido a más desde que se restringió el paso de peatones por las obras y señaló que se han visto obligados a limpiar las que han aparecido en su fachada. "Suele ocurrir los fines de semana, pero hemos notado que hay más que antes", señaló este trabajador, al que han ensuciado todos los baldosines decorados del mesón con una firma que se repite. "Debe de ser el mismo grafitero porque ha aparecido en otras fachadas de la zona", añade.

Estorki, hamburguesería situada en la calle Arco de España, también ha sufrido los estragos de las pintadas en la entrada del establecimiento. Sus propietarios no saben qué hacer para evitarlas porque el local queda prácticamente aislado cuando cierra al público. En este caso, los grafitis están incrustados en la piedra de su fachada. "Nos damos por vencidos. Si vuelven a pintar, lo dejaremos como está", señalan sus responsables.

MAS ZONAS Pero no solo los soportales están siendo objetivo de los grafiteros. Un recorrido por la parte baja de la plaza Mayor descubre otras zonas castigadas por el vandalismo como la plaza del Duque, donde las paredes aparecen con espray de color rojo. El incremento de los grafitis también ha afectado a otros establecimientos de la plaza Mayor, donde ni las persianas metálicas se salvan del azote vandálico.

Los negocios han manifestado su preocupación porque la situación empeore, debido a las facilidades que los autores tienen para actuar en la zona al quedar fuera de la vista del resto de los peatones por el vallado opaco. Los daños también afectan al mobiliario público como papeleras, también con pintadas.