Llegó en los años 50 a la tienda que abrió su padre, de la que muestra orgulloso una fotografía con una fachada clásica ya irreconocible. Nicolás Javier tiene ahora 79 años y dice que el futuro de los establecimientos de Pintores dependerá del turismo. "Hay que pensar en el 2016 y en los miles de visitantes que podrían venir. Por eso tendría que haber más negocios dirigidos al ocio como bares y restaurantes", precisa.

Aunque cree prioritario renovar por entero el pavimento de la calle, este fotógrafo apunta que también haría falta construir otro párking en la plaza Mayor. "El suelo hay que arreglarlo. Es una vergüenza, sobre todo para las mujeres que vienen con tacones", señala.