La procesión de San Blas y la misa de los otorrinolaringólogos, que presidió el obispo, Francisco Cerro, cerraron ayer las actividades de la fiesta cacereña. A los actos se sumó la concejala de Festejos, María José Casado. Ningún edil del PP estuvo presente pese al anuncio de defensa de las tradiciones y las duras críticas al gobierno que el lunes realizó este partido, cuyo concejal Joaquín Rumbo anunció incluso la creación de una comisión en el seno de su grupo municipal para defender lo que a su juicio se le está yendo de las manos al gabinete que preside Carmen Heras.

Casado ironizó ayer al referirse a la comentada ausencia del PP: "No he visto por ningún lado a los defensores de las tradiciones, y no sé cual será el motivo, si tendrá que ver con que la tarde salió lluviosa o con que San Blas es un barrio proletario".

La concejala aclaró luego que ella "no es adalid de las tradiciones" pero que le resultaba "una apreciación absolutamente descabellada" que su departamento quisiera acabar con ellas. A juicio de la responsable municipal "Los Mártires salieron muy bien y en San Blas hubo un malentendido" por las previsiones meteorológicas. Acusó al PP de cinismo e indicó que faltó a la procesión de Las Candelas del lunes "porque tuve una reunión y no terminó a la hora prevista".