Recién llegado de la romería de los gitanos de Fregenal de la Sierra, Simón García Niño de la Ribera está metido de lleno en la Escuela de Saetas de la Sagrada Cena, colectivo que dirige y que hace una semana inició el curso. El cantaor habla en esta entrevista del flamenco en la ciudad, hace un llamamiento a la unión del gremio y explica su proyecto vital: continuar sobre los escenarios hasta --dice-- que el cuerpo aguante.

--La escuela de la Sagrada Cena ha comenzado el curso ¿cómo está funcionando?

--Muy bien. El lunes pasado celebramos la primera reunión. Ahora mismo tenemos 15 alumnos y hemos iniciado el curso con villancicos y saetas. A los alumnos que tienen más cualidades les dedicamos un día aparte y se les inicia en el mundo del flamenco. Les canto algunas cosas, les voy poniendos discos que están más al alcance de ellos como guajiras, milongas o colombianas. Y les enseño a afinar y a ir al compás porque la métrica del flamenco es muy complicada.

--¿Cómo está la afición al flamenco en Cáceres?

--Hay mucha afición, pero está repartida. Hay tres peñas, pero con una sola bastaría. Ahora mismo funcionan la Peña Flamenca de Cáceres, la de José Mercé (de las que formo parte) y la Peña Amigos del Flamenco de Extremadura. Pienso que sería bueno que hubiera una sola peña, pero es difícil porque cada uno tiene una forma de ver las cosas. No obstante, lo importante es que el flamenco siga adelante y, como dicen en la Peña Taurina de Joselito y Juan Belmonte: De puertas pa dentro, prohibido hablar de religión y política .

--Existe una federación flamenca en Extremadura...

--Ahora mismo se está tratando de rehacer la Federación de Arte Flamenco de Extremadura, que había pegado un bajón. El día 18 celebraremos una reunión en Mérida y se pretende que todas las peñas que existen en la región queden integradas.

--Ha participado en la romería de Fregenal...

--Fui como un romero más. Actuaron, entre otros, La Caita y Alejandro. También fue María José Santiago. Nos invitaron a subir al escenario, estuvimos haciendo unos cantes y lo pasamos muy bien. Además, estuvo el obispo Ciriaco Benavente, que es el obispo de los gitanos.

--¿Qué proyectos tiene?

--Proyectos siempre tengo, unos se pueden conseguir, otros no. Pero mi proyecto es seguir en el flamenco hasta que aguante y hasta que me aplaudan, y como me aplauden y me aguantan, aquí estoy.