Alrededor de 15 niños cargaron ayer con el paso elaborado por las cofradías hermanas de la concatedral, Las Batallas y Cristo Negro, en la festividad de la Cruz de Mayo. Los pequeños cofrades salieron en procesión desde la plaza de Santa María, donde habían instalado el altar de flores. Según comentaron fuentes de la cofradía de Las Batallas, este año ha sido mayor el número de niños que se ha sumado a esta tradición, muy arraigada en otras localidades, y que Las Batallas y Cristo negro recuperaron el pasado año.

Además del vistoso altar de flores de estas dos hermandades, también la cofradía de Los Ramos e Intercáceres sacaron a las calle sus composiciones florales en honor a la Cruz. La primera, la más veterana en esta nueva etapa de la fiesta y como viene haciendo desde hace casi una década, colocó su altar en la plaza de San Juan; los segundos, eligieron la plaza Mayor.

Los altares fueron muy visitados por los cacereños y los turistas que visitan la ciudad, atraídos por esta antigua tradición religiosa, que se perdió en la década de los 70 y que desde hace unos años ha vuelto a resurgir con fuerza.