La violencia de género no para y el Ayuntamiento de Cáceres está siendo riguroso para ponerle freno en este escenario de confinamiento. El último caso se produjo la noche de ayer cuando un hombre fue detenido por un presunto delito de malos tratos en el ámbito familiar, tras la llamada de una vecina que escuchó una fuerte discusión por parte de sus vecinos, con insultos, voces y golpes.

La policía se desplazó al lugar y llamó a la puerta de la vivienda, mientras se escuchaba un fuerte alboroto y una voz masculina decía “no abras la puerta”. Llamaron reiteradamente identificándose como agentes de policía, pero nadie abrió la puerta.

Por este motivo se solicitó la asistencia de los bomberos y la Policía Nacional para poder acceder al interior de la vivienda e impedir la comisión de un delito. Los policías locales accedieron al interior de la vivienda por el balcón y abrieron la puerta del domicilio para que pudieran acceder el resto de efectivos.

Una vez en la vivienda, accedieron a una habitación donde estaba una pareja, la mujer presentaba lesiones visibles en la cara, golpes en el costado, moratones y se encontraba desorientada completamente. La víctima fue trasladada al Hospital Universitario. El presunto agresor fue detenido y trasladado a la Comisaría de la Policía Nacional.

Además en la jornada de ayer se pusieron 10 denuncias por desobediencia a la autoridad y por encontrarse en vía pública sin causa justificada, 1 de ellas además, por su negativa a identificarse. 2 de estas personas son multirreincidentes, siendo la quinta denuncia de cada uno. Fueron controladas 269 personas y 353 vehículos.