«No nos dejan trabajar tranquilos ni se dan facilidades para que lo repartidores nos puedan dejar las mercancías», lamentó este miércoles Mari Cruz Barroso, que tiene un establecimiento de alimentación en la calle Pizarro. Consideró que con medidas adoptadas ayer de ampliar la restricción del tráfico «se están poniendo pegas» para desarrollar la actividad empresarial en la zona y que son decisiones que abocan a estos negocios «al cierre».

A partir de la decisión tomada ayer en la comisión municipal se inicia un proceso de participación ciudadana en el que los afectados podrán presentar alegaciones al cambio de la ordenanza. Barroso recordó los problemas que hay en la carga y descarga en la zona y que en vez de dar facilidades se está recurriendo a la multa.