El Tribunal Constitucional ha abierto un precedente que las comunidades o asociaciones de vecinos tendrán muy en cuenta a partir de ahora. El alto tribunal ha dictaminado que el ruido atenta contra los derechos fundamentales de las personas y da carta blanca a las sanciones, indemnizaciones y, llegado el caso, el cierre de los establecimientos más ruidosos. Sin embargo, esta sentencia no será la panacea ya que, si hay que corroborar todas las denuncias, la Administración carecería de los medios suficientes para realizar las mediciones acústicas.

*Periodista