Entre la resignación y la indignación se sentían ayer trabajadores de los dos establecimientos afectados por los actos vandálicos del pasado fin de semana: Muebles el Siglo y Ferretería Rebollo. Resignados porque no es el primer altercado que afecta a sus escaparates e indignados porque creen que la policía no está poniendo los medios suficientes para evitar nuevos incidentes. "Es el segundo escaparate que pongo en el último mes y eso que son cristales blindados", afirmaba ayer Antonio Mateos Rebollo mientras le retiraban la luna que le destrozaron en la noche del viernes.

En el anterior incidente le rompieron el cristal del escaparate de su establecimiento por Alzapiernas y se llevaron varias catanas, y los graffiti invaden el exterior del local. "Lo triste es que no hay policía en esta zona. Me rompieron el cristal por la noche, y me enteré a las 12.00 horas del día siguiente porque me llamó otro comerciante de la calle", afirmaba.

Resignado estaba también Antonio Talavero, empleado de El Siglo. "En el puente de noviembre nos rompieron el cristal de la puerta y de un escaparate, y ahora el del otro lado", afirmaba ayer mientras acababa de colocar el nuevo expositor. "No nos han robado, es el daño por el daño", afirmaba.