Ya lo dijo Saponi. ´No hay crisis. Todo lo tengo controlado. Los desfases presupuestarios también´. Porque al parecer la cosa no se va a quedar exclusivamente en una dimisión. Desde hace tiempo se rumorea que el grupo municipal popular está dividido en dos o tres grupos. Si las diferencias fueran de afinidades personales no habría problema. Pero no es eso. Hay serias discrepancias políticas que el alcalde no ha querido ver y no ha sabido solucionar. Porque el alcalde tiene tendencia a pasar la muleta y torear de salón, pero no a atacar a fondo los problemas. Y estos problemas, como se ve, no se solucionan con palabras altisonantes. Los adivinos auguran que la crisis no ha hecho más que comenzar. De ella salen varias personas muy tocadas. En primer lugar Saponi, a quien se debe la composición del grupo y la elección de independientes, especialmente Vela, y no ha sabido cohesionarlos. En segundo lugar el propio Vela, pues sus espantadas muestran que no es una persona con la que se pueda contar para un proyecto común. En tercer lugar los órganos de gobierno popular que han hecho y siguen haciendo una gestión nefasta del asunto. ¿Es que se resuelve el tema con la vuelta de Vela a la disciplina de un grupo en la que otros muchos no están?