Alejandro Silva tiene 45 años y sobrevive gracias a lo que saca ayudando a que la gente aparque sus coches junto al Hospital San Pedro de Alcántara.

Se queja de humedades y de algunas goteras en su casa. No está al corriente de que algunas familias ya se están trasladando. Desde que murió su madre vive solo. "Y así vamos tirando", dice.