Angeles Pedraza, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, nunca olvidará el 11-M. Su hija, con 25 años, murió en uno de los trenes que se dirigía a la estación de Atocha, el de la calle Téllez, cuando iba a trabajar. Desde entonces, no ha parado de luchar por la dignidad y la memoria de las víctimas del terror. Su desgarrador testimonio sirvió ayer para recordar, en la apertura de una exposición sobre los 30 años de historia de este colectivo en la sala Pintores 10 de la diputación, que la lucha no ha terminado. "Pedimos justicia y que no se olvide a las víctimas", reivindicó esta mujer con el recuerdo vivo de la tragedia que supuso perder a "una hija que tenía la vida por delante".

Desde entonces, asegura que "quedó muerta en vida", pero "aprendió a vivir con ese dolor, con otra vida y mirando al frente". Dos años en la vicepresidencia y cuatro como presidenta refrendan su compromiso con esta labor en la que, afirma, "se reciben varapalos de algunos jueces y políticos, pero en la que vale más el agradecimiento de un familiar".

La situación actual

Partidaria del cumplimiento íntegro de las penas, Pedraza tomó ejemplo de su hija --"era una peleona", dice-- para dar un paso al frente y defender cada día la dignidad de las víctimas. "Ahora está faltando que los políticos trabajen por su memoria. Están a olvidar y a pasar página porque piensan que no se puede vivir siempre en el dolor. Es fácil decirlo a quien no le han arrebatado a nadie, pero un madre no va a permitir eso", subraya con la fortaleza de quien sabe que también hay muchas familias que sufren como ella.

Ortega Lara, Miguel Angel Blanco, Manuel Zamarreño o José Luis Caso, víctimas del terrorismo etarra, recuerdan esa dolor en los paneles que se exhiben en la exposición, que recoge una selección de portadas de la revista de la AVT en las tres últimas décadas con muestras del horror grabadas para siempre. De esa memoria necesaria habló ayer el presidente de la diputación, Laureano León, para, dijo, "que no se olvide y apoye una causa noble y justa", elogiando la labor de la asociación desde sus comienzos. Una tarea que Pedraza prometió realizar para no olvidar nunca a su hija.