Teresa de Jesús Cantos asegura que antes de la revisión de la tasa de ayuda a domicilio pagaba 1,39 euros por cada hora. Con el aumento de la tasa, que entró en vigor el pasado julio, tiene que abonar 7,44 euros. Afirma que la prestación que recibe es de cuatro horas a la semana, por lo que el servicio le costará 119 euros al mes frente a los 22 de la anterior ordenanza fiscal.

"No quiero renunciar al servicio, ni voy a firmar la renuncia voluntaria al mismo, lo que pasa es que con la subida no puedo pagarlo", comenta en su domicilio de la calle río Tíber. Explica que es usuaria desde que se quedó viuda, que con este servicio le hacen la limpieza de la casa, que sufre osteoporosis y fibromialgia, que en unos días se someterá a una intervención quirúrgica, y que en una anterior operación le tuvieron que quitar un riñón. Los 7,4 euros por cada hora que apunta que tiene que pagar con la nueva ordenanza se corresponden en la cuota tributaria de la normativa al tramo de usuarios cuya renta está entre el 125 y el 135% del SMI.