Mistura Brasileira volvió a recuperar el pasado jueves el ambiente de las mejores noches en el segundo concierto de la programación del festival Extremeña Sonora. Con mucho público y un sonido que fue de menos a más, la banda extremeña Tangran logró hacer disfrutar a un público deseoso de escuchar música en directo con una copa en la mano.

Si esta iniciativa pretende servir de escaparate a la creación musical en la región, el estreno en Mistura cumplió de sobra su objetivo. Tangran --nombre chino que significa rompecabezas-- brilló gracias a la voz de Ana Jiménez y a los cinco músicos que le acompañaron con una mezcla de pop y música celta. De esa apuesta por la fusión también participaron los espectadores, que habían podido elegir por fin entre tres conciertos --Javier Arroyo en el Gran Teatro y Sex Museum en Barroco-- del jueves. Evaluaciones aparte, la música vuelve a sonar. Que no pare.