La primavera llegó ayer al ferial en forma de macrobotellón . Cientos de jóvenes acudieron desde por la tarde a la que es la primera gran cita del año con el botellón al aire libre. Es la puesta de largo , decía un taxista.

El frío no achantó a nadie --el alcohol contribuye a calmarlo-- y un goteo incesante de jóvenes cargados de bolsas bajaban de taxis y de autobuses."Nosotros hemos llegado a las ocho y ya había bastante gente", comentaban José Manuel, Frederic y Gabriel, tres universitarios que, cubata en mano daban una vuelta para ver que se cocía en el ferial.

Sobre las nueve de la noche, la multitud era considerable y todavía se esperaba a muchos más. Buena noche para los taxistas y buen día para los híper, donde los botelloneros había hecho acopio de las bebidas a lo largo de la tarde. Pero, sobre todo, uno de los días más esperados por los estudiantes. "Desde la seis de la tarde están circulando e-mails para concentrarnos aquí", apuntaba un joven.

La música de los coches se entremezclaba con el murmullo de la gente, que no paraba de saludarse y de levantar las copas cada vez que se encontraban con algún conocido. En el recinto hípico había barra y un dj pinchaba música, aunque esperaban al público "para más tarde".

Al cierre de esta edición, según fuentes de la policía local, no se había registrado ninguna incidencia.