¿Pasa? que nos quitan la plaza, nos cortan el rollo y la peña en su casa. ¿Qué pasa? Que nos quitan la plaza, nos cortan la guasa y la peña desfasa . Esta es una muestra de las letras reivindicativas contra la "muerte" de la movida cacereña o a favor del botellón que plagan Hijos del humo , el nuevo disco de Los Niños de los Ojos Rojos.

El grupo cacereño presenta oficialmente esta noche su último trabajo en el Auditorio (22.00, entrada libre), después de que se suspendiera en verano la actuación con la que iban a hacerlo en el festival de Mérida por el accidente de un grupo de funcionarios.

En sus seis años de andadura, Los Niños de los Ojos Rojos, o Los NOR como ya se les conoce, sobre todo en el norte de España, han crecido lo justo para curtirse y consolidar la formación. Sin embargo, no han dejado por el camino la rebeldía, la irreverencia y esa "energía" con la que irrumpieron en el panorama musical. "Nos gusta transmitir energía para mover al público y alegrar a la gente", explica Alberto Casado, uno de sus ocho componentes.

La voz de los jóvenes

Más de ocho meses les costó dar a luz Hijos del humo , grabado y producido íntegramente en Cáceres y compuesto entre todos. El nuevo trabajo, después de Venga Enseguía , es un mestizaje sonoro de folk irlandés y balcánico --uno de sus integrantes, Jasmin, es bosnio-- con hip hop, rap, funky, flamenco y letras pegadizas que bucean en las inquietudes juveniles.

"Asumimos que ponemos voz a la juventud de Cáceres, a la que han arrebatado la juerga", insiste Casado. Del disco dicen que es "original y sorprendente". "Es el trabajo que queríamos hacer y que esperamos que nos abra la puerta a otros muchos", asegura Pedro Mario.

La participación del grupo en el documental Escenarios móviles del director de cine Montxo Armendáriz les ofreció un pequeño empujón, más en el norte del país, aunque ellos reconocen que esto de la música en España "es vergonzoso", critican.

"Hay un montón de cantantes basuras ganando un montón de dinero y otros muchos músicos no tienen un duro y están en el paro". Su caché ronda actualmente los 4.500 euros, que en el reparto entre tanto componente no llega casi a los 120 euros por músico descontando los gastos. "Así no hay forma de vivir de la música", que es a lo que todo músico aspira.

Esta noche brindarán al público cacereño dos horas de concierto, que ellos traducen en dos horas de "alegría, energía, juventud, positivismo y hasta amor a la naturaleza". "No hay nada mejor que tocar en la ciudad".