"Somos una gran familia y nos da pena separarnos, que un comerciante cierre y se vaya es una mala noticia, pero también hacían falta nuevas cadenas comerciales en la zona", afirma Pedro Prieto, miembro de la directiva de la asociación de comerciantes Pintores-Ciudad Monumental y propietario de la franquicia de Mango.

La noticia de la próxima apertura de una tienda del grupo Zara en la calle ha provocado sentimientos contradictorios en el colectivo empresarial. Por un lado, se lamentan de que históricos como la joyería de José María Morales o Sederías Oriente cierren sus puertas --a esta última se trasladará la tienda de complementos Marrakech II-- y, por otro, se felicitan por el empuje que supuestamente dará a la zona una marca comercial del tirón de las cadenas de Zara.

Atraer a la gente

Samuel Holgado, gerente del colectivo, asegura que era casi necesario: "Son marcas de referencia que ayudan a revitalizar la zona y a atraer a la gente, que ya no compra por necesidad, sino por puro consumismo". Pone un ejemplo casi utópico: "Si El Corte Inglés abriera en Pintores o Moret, aumentarían sin duda las ventas".

De similar opinión es Pedro Rosado, secretario de la Asociación de Comerciantes de Cáceres, quien aplaude la noticia. "Nosotros apoyamos cualquier negocio que compita en igualdad de condiciones con el resto y el grupo de Zara lo hace, se instala en un local y compite como uno más", dice.

A pesar de todo, el comercio de la zona centro no las tiene todas consigo y las grandes cadenas no son la solución a todos sus problemas. La reducción de las zonas de aparcamiento, los problemas de inseguridad y las anunciadas nuevas grandes superficies hacen, según ellos, que vivan momentos turbulentos.