Julián López, dueño del Horno de San Fernando lleva toda la vida haciendo dulces. "Mi padre empezó hace unos 70 años a trabajar en una pastelería en la calle Pintores. Desde allí fue pasando por varios locales. En la pastelería hemos trabajado mi padre, mi hermano y yo. Yo soy el que continúa porque mi hermano ya se ha jubilado".

Respecto a qué consumen los cacereños estos días lo tiene claro: "Ahora los productos típicos son los huesos de santo y los buñuelos de viento. Normalmente, el resto del año no se hacen". Julián cree que la razón por la que los cacereños piden estos dulces sólo en estas fechas es simplemente la tradición. "Igual que el roscón de Reyes o la coca de San Juan en Cataluña sólo se comen esos días, aquí es tradición hacer dulces específicos para los santos y en navidades. Cuando llegue la Navidad haremos pastas de almendras, pastas de piñones, mazapanes... y el roscón de Reyes, claro".