La nueva comandancia de la Guardia Civil estará lista entre los meses de enero a marzo del próximo año, según confirmaron ayer a este diario fuentes de la empresa madrileña Necso, adjudicataria de las obras que financia el Ministerio del Interior y que se desarrollan en la carretera de Trujillo, en unos terrenos cedidos por la Diputación Provincial de Cáceres y próximos a la subestación de Iberdrola.

Las mismas fuentes indicaron que las obras están prácticamente a punto y que sólo queda ultimar algunos detalles, como el aglomerado de las calles. Una vez concluyan las actuaciones, parece probable que el traslado de los guardias civiles y la inauguración del recinto se realizarán en en un corto periodo de tiempo, aunque desde el Ministerio del Interior no se aclaró nada a este respecto.

El nuevo edificio de la Benemérita, sin duda el más moderno de toda la provincia, es una viejísima aspiración de la Guardia Civil de Cáceres, que ya en 1943 había demandado la mejora de sus instalaciones. Ahora, esa petición se convierte en una realidad y los mandos podrán abandonar el vetusto edificio de la calle Margallo, que ocupan los agentes desde el siglo XIX en régimen de alquiler y que es propiedad de un particular.

El presupuesto de licitación de la nueva comandancia ascendió a 6.905 millones de euros (1.149 millones de pesetas) y las obras se iniciaron en febrero del 2000 cuando el entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, colocó la primera piedra.

LAS INSTALACIONES

El edificio se asienta sobre un solar poligonal que ocupa 5 hectáreas, en el kilómetro 43,5 de la N-521, frente al Centro de Enseñanzas Integradas (CEI). Contará con dos residencias, una masculina y otra femenina, y 30 pabellones para viviendas. Además, contará con servicios para el Seprona, policía judicial, subsector de tráfico, servicio fiscal, de transmisiones, grupo periférico de informática, tedax, servicio de material móvil, servicio cinológico, de armamento y de intervención de armas y sanidad.

El proyecto también contempla dependencias oficiales, zonas deportivas, cafetería, comedor y un helipuerto. El nuevo edificio ocupa la práctica totalidad de la superficie cedida por la diputación cacereña en la finca El Cuartillo, en la N-521.

Con la obra se da solución a las deficiencias del acuartelamiento tradicional de la calle Margallo, el de la calle Ceres y el subsector de Tráfico, en la avenida de la Bondad. También se posibilitará que todos los servicios que la Benemérita ofrece actualmente en la ciudad estén concentrados.