No tienen más de cuatro metros de anchura, pero comparado con el estado que presentaban hace unos meses --llenos de maleza, con menos de un metro de ancho en algunos casos, y cubiertos de piedras-- los caminos del entorno de La Montaña son ahora auténticas avenidas, y lo que es más importante, vías de acceso para los vehículos de emergencia en caso de necesidad. "Y no se ha expropiado nada, solo se ha limpiado", afirma Javier Sánchez Suero, director facultativo de la actuación que se ejecuta desde el pasado mes de agosto en los accesos de la Sierra de la Mosca.

Desde que se planteó esta obra, la consigna ha sido conservar los caminos, retirando maleza, reparando la capa de rodadura y solventando los daños por las escorrentías. "No se persigue que se conviertan en zona habitual de paso de coches, pero sí que puedan pasar si es necesario", matiza Sánchez Suero. La actuación afecta a tres vías principales (una en la solana, otra en las inmediaciones del Santuario y una más en la umbría) y forma parte del plan integral puesto en marcha el pasado verano para prevenir incendios en el entorno de la Sierra de la Mosca. En este caso se trata de que, si se producen, haya accesos para policía, bomberos y ambulancias.

Hasta el momento se ha actuado en dos de los caminos. El primero ha sido el que sale a la derecha en la última curva del Santuario, en el que se conoce (según el ´callejero´ elaborado por el ayuntamiento para esta zona) como Camino de la Casa de Portanchito. La actuación en ese tramo, de unos 1.300 metros se ha centrado en desbrozar y retirar las rocas que habían aflorado en le camino, para ampliar las vías hasta el máximo posible. Además se han cubierto los tramos más llanos con zahorra, una mezcla de áridos de distinto tamaño que, al compactarse, dan lugar a un firme regular y uniforme.

"La prioridad es utilizar este tipo de firme, que continúe habiendo caminos", recordó el concejal de Infraestructuras, Miguel López. Sin embargo hay tramos en los que se está aplicando una solera de hormigón: "hay zonas con mucha pendiente en los que la zahorra no aguantaría con las lluvias", señaló Sánchez Suero. Además hay otros puntos, como el acceso al Camino de la Casa del Portanchito, en el que las dimensiones del mismo y la irregularidad del trazado, dificultan el acceso de la maquinaria necesaria para su mantenimiento. Ahí también se aplicará una capa de hormigón.

SEGUNDO PLAN E Precisamente esa capa de hormigón es la actuación pendiente para rematar la obra en el primero de los tres caminos. Paralelamente, la empresa Lutra Ingeniería y Medioambiente, que ejecuta los trabajos, está actuando en el Camino de la Solana del Portanchito. Son dos. El de la zona alta se conoce como La Calle Pintores, y parte a la derecha de la carretera del Santuario, justo antes del depósito de agua del Calvario; mientras que en la zona baja, es el que sale a la izquierda del camino del Marco. Ambos se unen por una pendiente que antes era un camino angosto y que será transitable ahora, limpio, y con un pavimento de hormigón uniforme. En toda esta zona se están terminando las tareas de desbroce, y se está compactando la zahorra.

Además ya se ha iniciado el desbroce en el camino de las minas de Valdeflores, en la umbría, con el que acaba esta fase, previsiblemente, a mediados e diciembre. La actuación completa afecta a 6.000 metros de caminos y cuenta con un presupuesto de 290.000 euros con cargo al segundo Plan E.