Nueve cacereños deberán pagar de 30 a 300 euros después de haber sido multados por el incumplimiento de la Ordenanza reguladora de la tenencia y circulación de animales. Se trata de las primeras sanciones a propietarios de perros que impone el Ayuntamiento de Cáceres tras la puesta en marcha de la campaña Cáceres limpio , según adelantó ayer el concejal de Parques y Jardines, Miguel López, impulsor de la iniciativa.

A las multas les ha dado curso la policía local después de que su Unidad de Mediación Social montara el pasado 14 de febrero en los parques del Príncipe, del Rodeo y de Isabel de Moctezuma y en las barriadas de Llopis Ivorra, Mejostilla y Fratres así como en la plaza de Santiago una vigilancia especial. El operativo, según detalló luego el consistorio en un comunicado, dio como resultado la aplicación de las nueve sanciones. Siete de ellas (una impuesta en Llopis y la otra en Fratres) se produjeron por no recoger excrementos (artículo 75.1 c de la ordenanza municipal). Las otras dos restantes se impusieron en el parque de Isabel de Moctezuma y en la barriada de los Fratres por no llevar el animal atado (artículo 75.1 f).

DUREZA El concejal Miguel López explicó a este diario que la cantidad pecuniaria final de la sanción dependerá de la circunstancia en la que se produjera el suceso, aunque el edil recalcó que la mínima (son 30 euros) le parece "una miseria" y que el ayuntamiento pedirá "que se eleve, si no al máximo sí en un tramo intermedio".

Las multas que ha cursado el equipo de gobierno forman parte de las infracciones que la ordenanza considera de carácter leve y donde se engloba la posesión de perros no censados o identificados, la no retirada de excrementos y circular careciendo de identificación, sin correa o collar y sin bozal en el caso de los animales peligrosos.

Las de carácter grave se refieren a la negativa por parte del propietario a suministrar datos o facilitar información inexacta o documentación falsa. Esas multas tendrán sanciones de entre 300 a 1.502 euros, recordó el concejal, quien matizó que "aunque las sanciones impuestas esta vez parecen de carácter leve, habrá que estudiarlas con detenimiento para comprobar si alguna derivó en grave".

Con esta vigilancia especial de la policía local, la Concejalía de Infraestructuras, en coordinación con el concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Jurado, pretende "que se cumpla a rajatabla" la ordenanza municipal.

López volvió a hacer un llamamiento a la ciudadanía: "Solo será posible reducir drásticamente las cacas de los perros y mantener limpia la ciudad, si se produce una concienciación ciudadana y este hecho está muy relacionado con el comportamiento que deben tener todos los vecinos, no solo los dueños de perros".