El jienense Julio Ros Almirón ha tomado hoy posesión como nuevo comisario jefe provincial de la Policía Nacional en Cáceres, en un acto en el que ha se ha marcado como objetivo principal conseguir que esta provincia sea "aún más segura" y "mejorar en la calidad del servicio al ciudadano".

Nacido en 1961 en Cazorla (Jaén), Ros sustituye al frente de la comisaría al inspector jefe Cipriano Arévalo, que accedió al cargo de forma accidental tras la jubilación del anterior comisario jefe, Francisco Durán, quien ostentó esta responsabilidad alrededor de un año desde diciembre de 2016.

En el acto en la sede provincial han participado el director general de la Policía, Germán López Iglesias, y la delegada del Gobierno en la región, Cristina Herrera, entre otras autoridades.

Ambos han coincidido en resaltar el bajo nivel de criminalidad de la provincia, casi la mitad de la media nacional, con una tasa de 23 frente a 45 por cada mil habitantes en 2017, según ha destacado López Iglesias.

En este sentido, Ros, que abandona la Jefatura de la Comisaría de Torremolinos-Benalmádena tras ser nombrado responsable policial de la provincia cacereña el pasado 9 de febrero, ha afirmado en su discurso que se encuentra un "listón alto" en Cáceres.

Julio Ros Almirón lleva poco más de 35 años como inspector de Policía, tras pasar como primer destino por Guecho (Vizcaya), y luego en Mataró (Barcelona), Elche (Alicante), la Jefatura Superior de Cataluña y Andalucía Oriental, donde desempeñó recientemente los cargos de jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana y de la Policía Judicial de Granada.

Mejorar la sensación de seguridad objetiva y subjetiva del ciudadano; reforzar la lucha contra la delincuencia organizada itinerante y los delitos cometidos a través de las nuevas tecnologías son algunos de los objetivos que se ha marcado.

Además, pretende reducir los tiempos de espera tanto en la oficina de denuncias y atención al ciudadano como en la oficina de documentación, "ya de por sí bajos", y los de respuesta a las demandas en el 091.

Asimismo, ha asegurado que tendrá "especial atención" hacia los grupos "más vulnerables", como las mujeres víctimas de violencia de género y la trata de seres humanos, los mayores, niños y las personas con movilidad reducida.

Ros ha apuntado que también intentará reforzar la prevención y persecución de la radicalización extrema y los delitos de odio, reforzando la lucha contra el terrorismo yihadista.

Por otra parte, ha mostrado su deseo de contar con la colaboración del resto de fuerzas y cuerpos de seguridad, de los jueces y magistrados, seguridad privada, los ciudadanos y medios de comunicación.

Sobre su relación con los sindicatos policiales, ha afirmado que su "puerta está abierta" para mejorar el ambiente laboral y ha manifestado que quiere mantener una relación "estrecha" con los colectivos y asociaciones vecinales, de empresarios y de todo tipo de colectivos sociales para atender sus demandas en materia de seguridad.