El nuevo comisario jefe provincial de Cáceres, Julio Díaz, se comprometió ayer en su toma de posesión a destinar mayores efectivos a la lucha contra la violencia doméstica y el control de la emigración. El responsable policial se marcó como principal objetivo para su mandato aumentar la tendencia a la baja en el índice de delitos registrado en la ciudad y señaló que los datos estadísticos confirman que en los dos últimos años se ha producido "un descenso constante de la delincuencia".

En su intervención, Díaz aludió a luchar contra "las nuevas modalidades delictivas y a realizar una labor eminentemente preventiva para fortalecer los servicios que denoten una presencia policial en la calle". También hizo referencia a la necesidad de "potenciar con medios técnicos y humanos la presencia policial en aquellos lugares y bandas horarias que lo demande" y cifró en un 20% el déficit de agentes en la comisaría.

COLABORACION POLICIAL En este sentido, apuntó que "lo ideal sería que pudiéramos completar el catálogo de puestos de trabajo con 30 agentes más", dijo al término de su discurso en el que también hizo un llamamiento a la colaboración a la Guardia Civil --"cuerpo hermano al que me unen fuertes lazos de amistad y cooperación"-- y la policía local, con la que recordó que ya hay acuerdos firmados.

El nuevo comisario estuvo arropado por numerosas autoridades que asistieron al acto institucional celebrado en una atestada sala de juntas de la subdelegación del Gobierno. Una de las más significativas fue la presencia de su antecesor en el cargo, el comisario Ricardo Beltrán, trasladado a Palencia. Julio Díaz tuvo palabras de agradecimiento para Beltrán, del que ha sido su número dos desde que en enero del 2003 fuera nombrado jefe de la Unidad de Proximidad de la comisaría cacereña.