La puesta en marcha del nuevo horario de invierno supone que los bares normales y los especiales deben cerrar media hora antes de lo habitual (a las dos de la mañana los fines de semana y a la 1.30 los demás días). Pero la medida perjudica especialmente a las discotecas, que cierran una hora antes (a las 04.30 los fines de semana y a las cuatro el resto de la semana). Los hosteleros, a través de la confederación que los representa, han pedido a la Junta que amplíe estos horarios.