Brahim El Azifi es el nuevo guía espiritual de la mezquita de la calle Caleros, donde se reúne diariamente la comunidad islámica de la ciudad. Su cometido será, además de enseñar el Corán y el árabe, el de crear y fomentar "cimientos de respeto hacia los demás para lograr una exitosa convivencia entre todos".

Así se lo trasladó el propio El Azifi al subdelegado del Gobierno, Fernando Solís, quien lo recibió en su despacho en un encuentro informal para darle la bienvenida a Cáceres. A la reunión también asistió el presidente de la comunidad islámica de Cáceres, Ahmed El Haroual.

El Azifi, casado y futuro padre de una niña que nacerá en Cáceres, procede de Kenitra, un municipio a 50 kilómetros de Rabat. Su llegada a España hace tan solo quince días no ha sido fácil. La asociación islámica ha querido cumplir con todos los cauces legales "para que no exista ninguna duda o sombra sobre él teniendo en cuenta la imagen en el mundo que hay de los musulmanes", explica El Haroual. También de la imagen de algunos imanes. Así que el proceso ha sido largo, casi un año para legalizar su contratación con todas las garantías del Ministerio de Justicia y del de Interior.

PROFESOR Y GUIA Su labor en Cáceres tendrá dos vertientes: una, como profesor de árabe para los niños de los inmigrantes, y la otra, como guía espiritual en las oraciones que realizan los creyentes musulmanes en el templo del número 11 de la calle Caleros, abierto en septiembre del 2006 y convertido desde entonces en un lugar de encuentro de la comunidad. El templo está sostenido por diez familias cacereñas que sufragan el alquiler del inmueble, sus gastos y ahora el salario del imán.

El Azifi destacó ante el subdelegado la buena acogida que había tenido en la ciudad y El Haroual le trasladó las inquietudes y proyectos del colectivo en un afán de integrar a la comunidad árabe en Cáceres de una forma "constructiva", que sean unos "cacereños más", explica Ahmed El Haroual, quien pone como referencia su propia experiencia de 23 años en la ciudad.

MEZQUITA ABIERTA A TODOS Entre dichos proyectos, está el de promover que la mezquita se convierta en un "espacio abierto" para todos, musulmanes o no, según apuntó El Haroual. Para conseguirlo se ha comenzado a diseñar una programación de jornadas de puertas abiertas, gastronómicas, charlas interreligiosas, entre otras iniciativas que promuevan el conocimiento de la cultura y la religión musulmana espantando con ello el fantasma de los integrismos.

"Nosotros estamos muy lejos de eso y por elloo hemos querido que todo fuera muy legal con el imán", señala el presidente de la comunidad. "Con nuestra aportación cultural nos gustaría ser también partícipes del proyecto Cáceres 2016 como unos cacereños más", concluyó.

Por su parte, el subdelegado Fernando Solís manifestó a ambos representantes árabes que comparte el objetivo de la integración de las personas inmigradas y les trasladó la posibilidad de establecer proyectos comunes de formación y talleres dirigidos a este colectivo a través de asociaciones y oenegés que trabajan en este sector.