El ayuntamiento se vio obligado ayer a actuar de nuevo en un inmueble de la calle Colón tras haber sido reventado durante el pasado fin de semana. El local está situado en el número 10 y fue ocupado por el bar Béjar, sin actividad desde hace años. Se da la coincidencia de que otro inmueble colindante, ubicado en el número 12, tuvo que ser cerrado por la policía local el pasado fin de semana tras las quejas de los vecinos que denunciaron la presencia de individuos que pernoctaban en su interior.

Según explicó ayer Santos Parra, concejal de Seguridad Ciudadana, las gestiones para localizar al propietario del inmueble están aún abiertas con el fin de que éste proceda al cierre del local para prevenir cualquier suceso. Parra anunció que hoy tiene previsto recibir la información solicitada al Catastro y que, en caso de no obtener una respuesta positiva del dueño, el ayuntamiento actuará subsidiariamente y cerrará el local.

Agentes de la policía local se pusieron en contacto ayer con la agencia inmobiliaria que había tenido en venta el local, sin que ésta pudiera localizar al dueño. La voz de alarma sobre la situación de abandono del céntrico inmueble, ubicado junto a Musical Barragán, fue dada de nuevo por empresarios de la calle Colón que aseguraron haber sabido por otras trabajadoras de la zona que un individuo pernocta en el antiguo bar Béjar.

EXTRAÑOS DE NOCHE En este sentido, la responsable de una mercería de la calle Colón indicó que empleadas del Supermercado Día, en la calle Camino Llano, advirtieron el pasado fin de semana la presencia de un hombre en el local. "Se tuvieron que cambiar de acera para no pasar por la puerta", dijo.

EL PERIODICO constató ayer el estado lamentable que presenta el inmueble en el que todavía se mantiene la barra, cámaras frigoríficas y una cafetera. La suciedad aparece por doquier, además de numerosas botellas rotas y sin vaciar o un grifo de cerveza tirado por el suelo.

Este diario pudo comprobar el pasado viernes que la puerta de entrada al local estaba cerrada con un candado, que ayer había sido roto para poner penetrar en el antiguo bar de la calle Colón. El aspecto interior es aún peor. Un pasillo comunica con la cocina donde también se acumula la suciedad, en una muestra palpable del abandono en el que se encuentra el local.

En la misma calle, a menos de 20 metros, se encuentra el otro local donde vecinos y empresarios aseguraron el pasado viernes que también pernoctaban individuos. La actuación de la policía, tras más de 15 días abierto, tranquilizó a los residentes que, sin embargo, vuelven a mostrar su preocupación por que se haya violentado otro.