El borrador del nuevo plan general municipal, denominación que da la Ley del Suelo a los planes generales de ordenación urbana (PGOU), se presentó ayer a los grupos políticos municipales. Tras el encuentro, en el que participó el codirector del plan, Luis Rodríguez-Avial, no se hicieron públicos datos concretos, pero sí se avanzó que la capacidad residencial es de 64.693 viviendas para un periodo superior a veinticinco años, que con el desarrollo del nuevo suelo urbanizable se prevé conseguir 620 hectáreas de sistemas generales (para zonas verdes e infraestructuras) sin necesidad de recurrir a expropiaciones y que un tercio de los pisos deben estar sujetos a algún régimen de protección oficial.

El nuevo plan general divide el nuevo suelo residencial en dos anillos y en tres áreas de reparto para escalonar su desarrollo. A estas áreas suma otras tres para actividades industriales y comerciales, pedanías y segunda residencial y dotación universitaria. Los números de las tres áreas residenciales son los siguientes:

Primera zona, espacio prioritario para pisos

El nuevo plan fija una gran capacidad residencial para una ciudad donde con el suelo ahora en desarrollo habrá un piso para cada dos habitantes de hecho (se calcula que Cáceres tiene unos cien mil habitantes, aunque de derecho no llega a los 90.000).

En Cáceres hay en construcción o pendiente de su inicio casi cinco mil viviendas, cifra que se acercará a las diez mil con la promoción, con más de tres mil pisos, de la carretera de Casar.

El nuevo plan general parte de la conveniencia de que haya una holgura en la oferta, aunque con un cierto grado de flexibilidad. Con esas ideas se diseñan dos anillos para el futuro desarrollo residencial de Cáceres. El primero cogería una semicircunferencia imaginaria que, bordeando el actual suelo urbano por el sur del casco urbano y dejando fuera la Montaña, conectaría la carretera de Malpartida con la de Trujillo, además cogería una franja de terreno al norte del campus, suelo entre La Mejostilla y la carretera de Casar (entre Montesol --al sur-- y la promoción de pisos de 60.000 euros --al norte--) y terreno junto a la actual N-630.

Ese anillo se divide en dos áreas. La mayoría de los sectores que integran la primera cuentan con una ordenación pormenorizada que facilite su ejecución a corto o medio plazo. La capacidad de ese primer área se calcula que sea de 25.353 viviendas, de las que 6.734 deben ser de protección oficial. A esta área se adscriben suelos destinados a espacios o infraestructuras que el consistorio obtendrá con su desarrollo y sin expropiación. Son 200 hectáreas de la Montaña, de la ronda este y de lo que queda de la ampliación del parque del Príncipe (el consistorio no precisó ayer si aquí se incluyen las dos de la sentencia), y de infraestructuras como una depuradora de agua que se proyecta al norte del casco urbano y la subestación eléctrica.

En esta primera área de reparto, o primer espacio para edificar, se incluyen, según indicó ayer el concejal de Urbanismo, Andrés Nevado, los terrenos que están entre Macondo y Capellanías, otros situados en la margen derecha de la carretera de Salamanca y bordeando la Sierrilla, el suelo que queda detrás de la estación de ferrocarril y la prolongación de La Mejostilla (entre Ronda, Gredos y Montesol y la carretera de Casar). El desarrollo de estos enclaves se prevé en el plan de urbanismo que está en vigor como suelo urbanizable no programado y con una densidad de edificación inferior a la que tendrá con el nuevo plan.

Nevado también se refirió, dentro de esta primera área de edificación, a la ampliación del ferial y a una ordenación en dirección "a la carretera de Medellín", que implicaría el desarrollo residencial a continuación de Casa Plata y Charca Musia. No obstante, el concejal dijo que la explicación ofrecida ayer fue "con carácter general", sin entrar en "la proporción del residencial" que se permitirá "ni en todo el tema de la cesión --al consistorio-- de esa banda" de suelo para ampliar el ferial.

Segunda y tercer área de expansión urbana

En la segunda área (Nevado se refirió ayer a la carretera de Badajoz, a parte del terreno que da continuidad a Mejostilla --en el norte y que no entra en la primera-- y al oeste del casco urbano --sería a continuación del cerro de los Pinos--) se prevén 23.046 viviendas, de las que 6.725 tienen que ser de protección oficial. A esta área se adscriben 180 hectáreas de sistemas generales que el consistorio obtendría sin expropiar, como la zona sur de la Sierrilla, la dehesa del Junquillo (nuevo parque) y la nueva subestación.

La tercera área estaría al norte del campus y de la Sierrilla. Si en la primera y segunda se proyecta una densidad parecida a la del plan en vigor, en la tercera será media y baja. Aquí se prevén 15.914 viviendas, de las que 5.364 son de protección oficial, y adscribir 166 hectáreas de la zona verde norte de la Sierrilla y viarios para su obtención por el consistorio. El desarrollo de esta área se prevé que sea en un plazo mayor a 25 años.