Pedro, el dueño de la cafetería Oasis, ha sido agraciado con 35.000 del cupón de la ONCE número 66.477. Su hija Sandra fue la primera en enterarse de la noticia, pues Manuel Tato, lotero de la avenida de Antonio Hurtado, donde su padre compró el cupón, es amigo suyo. El fue el encargado de traerles la suerte y, en cuanto supo que el número ganador había terminado en 77, la llamó para decirle que podía ser su padre. "Con la mala suerte que tiene, seguro que no le ha tocado nada", dijo Sandra a su amigo Manuel. Cuál sería su sorpresa cuando descubrió que el número era exactamente el que había comprado su padre. "Mañana tocará invitarlo a algo", comentó Sandra entre risas detrás de la barra de la cafetería.

"Siempre cojo la terminación en 77, y ha dado la casualidad de que ha salido entero", explicó Pedro, que por ahora no tiene pensado invertirlo en nada. "Primero hay que cobrarlo, y puede tardar más de una semana", indicó el agraciado.

No es la primera vez que Manuel Tato, que lleva diez años vendiendo lotería, reparte felicidad en forma de dinero. En el año y medio que lleva en el quiosco de Antonio Hurtado, ha dado varios premios, "aunque éste ha sido el primero que ha tocado completo". El año pasado vendió cinco cupones en la sucursal de Caja de Extremadura de Cánovas, que fueron premiados con otros 35.000 euros. Además, hace unos días entregó 750 euros con un ´rasca´.

Según explicó el vendedor, con la crisis la gente no compra tanto, aunque los ´rascas´, que son más baratos, siguen vendiéndose. "A ver si el especial del día 17 toca otra vez", dijo esperanzado el vendedor.