El juicio que se celebrará hoy es el quinto que por agresión sexual se celebra en la Audiencia Provincial en tan sólo mes y medio. Así, a lo largo del mes de octubre se han celebrado juicios, por delitos de agresión sexual, el día 2, en la sección primera, llegándose a acuerdo; y en la sección segunda el día 15, fecha en que se juzgó a J. E. M. L., que sería condenado a cinco años de prisión, por un hecho ocurrido en Navalmoral de la Mata, y el día 30, en que fue juzgado O. V. I., condenado a 10 años de prisión por un hecho ocurrido en la localidad de Malpartida de Plasencia.

En el presente mes de noviembre la sección primera de la Audiencia celebró el pasado día 5 un juicio por un delito continuado de abuso sexual a una niña, siendo en este caso absuelto el acusado; hoy, la misma sección juzgará por agresión a E. N. M., y para el día 26 está fijada otra vista por el mismo delito, con lo que sumarán seis en dos meses.

Por un delito de agresión sexual, perpetrado el día 1 de febrero en Cáceres, será hoy juzgado por la sección primera de la Audiencia Provincial E. N. M., para el que el Ministerio Fiscal pide una pena de siete años de prisión.

Los hechos por los que este joven se enfrenta a la cárcel tuvieron lugar sobre las 21.00 horas del 1 de febrero, cuando, según consta en las conclusiones provisionales de la fiscalía, E. N. M. abordó a su víctima, con quien había mantenido una relación sentimental, cuando ésta caminaba por la avenida de la Bondad y la obligó, agarrándola por la mano, a entrar en su vehículo.

EN EL DESCAMPADO

Seguidamente la condujo hasta un descampado situado en el recinto ferial donde, sujetándola el cuello con una mano, le comenzó a tocar por todo el cuerpo. "Para conseguir que el procesado depusiera su actitud, su víctima le prometió que reanudaría con él la relación sentimental".

El procesado condujo posteriormente a la joven hasta su domicilio donde, tras obligarla a entrar en la vivienda y tirarla sobre un sofá, "le quitó la ropa y la obligó a hacerle una felación, al tiempo que le decía que si no lo hacía la mataba o le arrojaba un frasco de ácido a la cara".

El Ministerio Fiscal califica estos hechos como constitutivos de un delito de agresión sexual, y por ellos solicita para el acusado una pena de siete años de prisión, la prohibición de aproximarse y comunicarse durante cinco años con su víctima e indemnizar a ésta con 12.000 euros (dos millones de pesetas).