El expediente de regulación de empleo era un concepto apenas conocido hasta la llegada de la crisis. En periodos de coyuntura económica, las empresas pueden realizar un ajuste en sus plantillas bien despidiendo a parte de sus trabajadores, suspendiendo los contratos o reduciendo las horas de jornada laboral de su plantilla. Ejemplo de ello en la provincia cacereña, es el cierre de la principal factoría textil, Fuentecapala, de Navalmoral de la Mata producido en julio tras la presentación de un ERE por parte de la empresa. Esta compañía llegó a tener a más de 250 personas en plantilla tras lo cual, en los últimos siete años, la ha ido reduciendo mediante diferentes expedientes de regulación de empleo hasta la presentación del último despido colectivo en el que se vieron afectados los últimos 38 trabajadores.

Sin embargo, las últimas cifras desprendidas por el Ministerio de Empleo acerca de los asalariados afectados por este tipo de despidos apuntan a un proceso de reducción y mantenimiento. En comparación a la situación hace cuatro años, los despidos colectivos, los ceses de contratos y las reducciones de jornadas han descendido un 90% en la provincia y comienzan a estabilizarse tras un periodo de crisis en el que este tipo de despidos había llegado a puntos extremos en los años más duros.

En concreto, durante el primer semestre del año, un total de 103 trabajadores de la provincia cacereña se han visto afectados por alguno de los tipos de expedientes de regulación de empleo. Tal y como recoge el balance del Ministerio de Empleo, los despidos colectivos desde enero hasta el mes de junio han repercutido en 12 trabajadores. En este caso, el ERE aplicado es reconocido como de extinción ya que supone la finalización definitiva de la relación laboral entre la empresa y parte de los trabajadores, conocido por ello como despido colectivo. Según se estima, se trataría del tipo más perjudicial para los trabajadores ya que se trata de una decisión definitiva y no temporal.

En el caso de EREs de suspensión, es decir, en aquellos en que la empresa presenta un nuevo calendario laboral para sus trabajadores adjudicando los días de suspensión del trabajo, 58 empleados cacereños se han visto afectados durante los seis primeros meses del año. Por último, existe otro tipo de ERE conocido como el de reducción en el cual se reduce la jornada laboral a parte, o al completo, de los trabajadores. En total, los EREs de reducción en la provincia en este semestre se han aplicado a 33 asalariados.

17 TRABAJADORES AL MES Teniendo en cuenta el total de trabajadores afectados por los expedientes de regulación de empleo en Cáceres, el promedio mensual durante estos primeros seis meses se sitúa en 17 empleados afectados. Mensualmente, es una cifra muy inferior a la originada durante los primeros años de la crisis. Entre 2005 y 2008, el número de trabajadores que sufrieron este tipo de despidos, ceses o reducción de su jornada se situaba entre los 9 y 18 empleados al mes. A partir de ese momento, el número de empleados afectados de manera mensual se disparo a 112 en 2009, 87 en 2010, 111 en 2011 y 174 en 2012, lo que supuso el momento más crítico. En 2013 comenzó la reducción de empleados implicados en estos expedientes de manera progresiva, bajando a 144 trabajadores afectados de manera mensual en ese año, 57 en el 2014 y 24 en 2015. De esta manera, destaca un descenso continuo que parece estabilizar las cifras y situarlas a niveles anteriores a la crisis.

A nivel nacional, Cáceres es de las provincias que menos afectados ha tenido en estos seis primeros meses. Tan sólo en 12 de ellas el número ha sido menor, entre las que se encuentran Teruel, Albacete, Ciudad Real, Cuenca o Avila. Si la comparación se traslada a la región, la provincia de Badajoz se ha visto mucho más perjudicada por el número de empleados que han sufrido un ERE a lo largo de estos años. De enero a junio de este año, frente a los 103 cacereños se sitúan los 255 trabajadores pacenses afectados. En 2015 el número casi se quintuplicaba, 294 empleados de Cáceres y 1.389 de la provincia de Badajoz.

FALTA DE INDUSTRIA Sin embargo, lo que parece una noticia muy positiva para los trabajadores cacereños, los sindicatos no la consideran tanto. Según ha detallado el secretario de acción sindical de gestores y empresas de Comisiones Obreras en Extremadura, Alberto Franco, existen dos motivos principales que explican tanto la bajada como el número tan inferior de afectados en comparación a otras provincias. En primer lugar, Franco explica que los ERE suelen afectar a empresas del sector de la industria, "un sector que tiene poca presencia en la provincia cacereña". Sobre esto, destaca que éste es uno de los graves problemas tanto de la provincia como de la región en su conjunto, la falta de un tejido empresarial fuerte. "Si no hay empresas, no hay trabajadores y tampoco puede haber despidos", resalta. Así mismo, destaca que además, durante estos años ya se han llevado a cabo muchos expedientes de regulación de empleo en los que se ha despedido a los trabajadores que mejores condiciones laborales y salarios poseían. "Cada vez hay menos despidos colectivos porque cada vez hay menos empresas y menos gente trabajando en ellas", resume Alberto Franco.

En su opinión, uno de los errores relacionados con este tipo de despidos lo recoge la Reforma Laboral de 2012 .En la actualidad las empresas ya no necesitan la autorización previa de la administración para realizar los EREs. Su impugnación sería ante un tribunal y tras la denuncia de los trabajadores. De esta manera, señala que con ésta y otras medidas se está fomentando la precariedad laboral que está afectando de manera muy notable a la provincia. "Donde antes había 8 personas fijas puede que ahora haya 28 pero con unas condiciones muy precarias. Por eso a veces la bajada del paro no es tan positiva como parece, al igual que la reducción de EREs", concluye.